Ha llegado un
nuevo 24 de septiembre y con él nuestra mercedaria Hermandad se une a la
festividad litúrgica de Nuestra Señora de la Merced, devoción mariana universal
que cumple 799 años desde que la Santísima Virgen de la Merced inspirara el
carisma mercedario y libertador a San Pedro Nolasco.
Es por tanto el día de nuestra Sagrada Titular de Gloria, la Santísima Virgen
de la Merced, que constituye un vinculo histórico y devocional con la orden que
dió origen a nuestra Hermandad penitencial a comienzos del S. XVII.
Feliz día de la
Merced, que la Santísima Virgen siga derramando Misericordia sobre el pueblo
de El Viso.
HISTORIA DE UNA
DEVOCIÓN UNIVERSAL DE 800 AÑOS:
El significado del título "Merced" es ante todo
"misericordia". La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser
sus hijos. Esto significa que recurrimos a ella ante todo con el deseo de
asemejarnos a Jesús misericordioso.
MARÍA Y PEDRO
NOLASCO:
Eran tiempos en que los musulmanes saqueaban las costas y llevaban a los
cristianos como esclavos a África. La horrenda condición de estas víctimas era
indescriptible. Muchos perdían la fe pensando que Dios les había abandonado.
Pedro Nolasco era comerciante. Decidió dedicar su fortuna a la liberación del
mayor número posible de esclavos. Recordaba la frase del evangelio: "No
almacenéis vuestra fortuna en esta tierra donde los ladrones la roban y la
polilla la devora y el moho la corroe. Almacenad en el cielo, donde no hay
ladrones que roben, ni polilla que devore ni óxido que las dañe" (Mt 6,20).
Año 1203. El
laico, Pedro Nolasco inicia en Valencia la redención de cautivos, redimiendo
con su propio patrimonio a 300 de ellos. Forma un grupo dispuesto a poner en
común sus bienes y organiza expediciones para negociar redenciones. Su
condición de comerciantes les facilita la obra. Comerciaban para rescatar
esclavos. Cuando se les acabó el dinero forman cofradías para recaudar la
"limosna para los cautivos". Pero llega un momento en que la ayuda se
agota y Pedro Nolasco se plantea entrar en alguna orden religiosa o retirarse
al desierto. Entra en una etapa de reflexión y oración profunda.
Nolasco pide a
Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le responde la Virgen que
funde una congregación liberadora. La noche del 1 al 2 de agosto de 1218, la
Virgen se les apareció a Pedro Nolasco, a Raimundo de Peñafort, y al rey Jaime
I de Aragón, y les comunicó a cada uno su deseo de fundar una congregación para
redimir cautivos. La Virgen María movió el corazón de Pedro Nolasco para
formalizar el trabajo que el y sus compañeros estaban ya haciendo. La Virgen
llama a Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una
orden dedicada a la liberación de los cautivos de los musulmanes, expuestos a
perder la fe. Nolasco le dice a María:
-¿Quién eres tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan
difícil, de tan gran caridad, que es grata a Dios y meritoria para mí?:
-“Yo soy María, la que le dio la carne al Hijo de Dios, tomándola de mi sangre
purísima, para reconciliación del género humano. Soy la que recibió la profecía
de Simeón, cuando ofrecí a mi Hijo en el templo: “Mira que éste ha sido puesto
para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de
contradicción: y a ti misma una espada vendrá a atravesarte por el alma”.
-¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer
que tú me mandas?
-“No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde esta congregación
en honor mío; será una familia cuyos hermanos, a imitación de mi hijo Jesucristo,
estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel y serán signo de
contradicción para muchos."
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