Como es tradicional nuestra Hermandad instaló un
altar para la procesión y celebración del Corpus Christi ésta vez y como
principal novedad fue ubicado en la fachada de nuestra Iglesia Conventual del
Corpus Christi.
En tema del altar pretendió emular los altares que se
instalan en las iglesias y conventos en el Jueves Santo, día de la institución
de la Eucaristía. El eje central del altar fue el sagrario abierto, que
mostraba en su interior una alegoría eucarística que se conserva en el
Convento, de finales del S. XIX o inicios del S. XX. El altar y la fachada
estaban plagado de esculturas y pinturas antiguas como la Dolorosa y la
Inmaculada que presidian las pilastras de la puerta, obras del S. XIX
perteneciente al Convento y las imágenes del Dulce Nombre de Jesús, San Pedro
Pascual y Santa María de Cervellón todas del Convento. Encima del Sagrario
aparecía un Niño Jesús Pasionista en recuerdo a la Pasión del Señor y que fue
cedido gentilmente, al igual que el lienzo de Santa Catalina de Alejandría que
se mostraba al lado izquierdo del altar. Al otro lado, el derecho, un lienzo, de Jesús Nazareno y el Cirineo del S.
XVII, en alusión al principal titular de nuestra Hermandad. A los lados de éstos
lienzos se instalaron dos mesas repletas de ajuares en plata de clara significación
eucarística: cáliz, copón, patena, cajas, custodia, vinajeras, uvas, trigo, etc…
junto a credencias y cornucopias antiguas del Convento. Delante del altar estaba
la mesa eucarística presidida por la imagen del Niño Jesús Dormido, flanqueado
por candelabros.
El exorno
del altar se completó con cera roja y blanca, que son los colores
sacramentales, grandes ramos flores moradas, espigas, uvas, pan y bandejas. Remataba
el dosel de cultos de la Hermandad la imagen del Cristo Crucificado, cuyo
cuerpo y sangre derramada en el sagrario constituye el fundamento principal de
la Eucaristía.
Durante la mañana del domingo una representación
de nuestra Hermandad participó corporativamente, tal y como marcan nuestras
reglas, en la procesión del Corpus Christi con hachetas, varas y el bacalao acompañando
a Jesús Sacramentado.