En la noche del 1 al 2 de agosto, se celebra la
fiesta de la Descensión o aparición de Nuestra Señora de la Merced a San Pedro
Nolasco para revelarle su misión redentora. Acaeció en 1218, cumpliéndose, en
esta madrugada, 799 años de aquella milagrosa revelación que dio origen a la
Real, Celestial y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced.
Cuentan las crónicas que hallándose San Pedro
Nolasco en oración, se le apareció la Santísima Virgen rodeada de ángeles y
radiante de gloria le declaró la revelación de su misión mercedaria. La
experiencia mariana que vivió San Pedro Nolasco la madrugada del 1 a 2 de
agosto del año 1218 en Barcelona se conoce como “Descensión de la Bienaventurada
Virgen María de la Merced”. El relato posible se refiere a que la Virgen,
portadora de la voluntad divina de su Hijo, lo manda a fundar una Orden
Redentora, dedicada a la redención de cautivos cristianos. Esta inspiración
forja históricamente una nota profunda de admiración y amor a la Madre de Dios
que profesan religiosos, religiosas y laicos en los casi 800 años de la Orden.
En esa revelación la Santísima Virgen María le
dice a San Pedro Nolasco: “es voluntad mía y de mi Hijo que fundes una familia
de religiosos para liberar a los cristianos cautivos”. Sin embargo, hacia el
año 1400, el Padre Gaver relata un diálogo en que la Virgen llama a San Pedro
Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una Orden:
Pedro Nolasco pregunta: ¿Quién eres tú, que a mí,
un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que
es grata a Dios y meritoria para mí?
La Virgen María responde: Yo soy María, aquella
en cuyo vientre asumió la carne el Hijo de Dios, tomándola de mi sangre
purísima, para reconciliación del género humano. Soy aquella a la que dijo
Simeón, cuando ofrecí mi Hijo en el templo: "Mira que éste ha sido puesto
para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de
contradicción: y a ti misma una espada vendrá a atravesarte el alma".
Pedro Nolasco: ¡Oh Virgen María, Madre de Gracia,
Madre de Misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas? Y María le responde:
No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden en honor
mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo
Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel y serán
signo de contradicción para muchos."
Diez días más tarde San Pedro Nolasco se decidió
a cumplir el mandato divino, alentado y apoyado por el rey don Jaime el
Conquistador y por el consejero real San Raimundo de Peñafort. A tal efecto, el
día 10 de agosto de 1218, fiesta de San Lorenzo, ante el altar de Santa Eulalia
de la iglesia catedral de Barcelona, el obispo de la misma, Don Berenguer de
Palóu, vistió canónicamente el hábito blanco al Santo y algunos de los jóvenes
que con él trabajaban y quedó fundada la Orden de la Merced.
Esta noche a las 00.00 horas repicarán las
campanas de nuestra Iglesia Conventual del Corpus Christi, anunciando la
mencionada aparición de Nuestra Señora de la Merced a San Pedro Nolasco.
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