Una gran multitud de hermanos y devotos se congregaban en la noche de ayer en nuestra Iglesia Conventual del Corpus Christi y en sus alrededores con la expectación de saber si definitivamente y desafiando a las amenazas de precipitaciones saldría el Señor, aunque con la esperanza de que en la franja horaria en la que se realizaría el ejercicio penitencial no hiciese acto de presencia la lluvia. Todo estaba preparado, más de cien hermanos se habían sacado las papeletas de sitio para ir portando cirio, más de cuarenta músicos de nuestra banda de la Merced rodeaban las andas vestidos de uniforme para que fuesen ellos los primeros en portar la Sagrada Imagen del Señor y con los sentimientos a flor de piel hizo que ante la imprevisibilidad de que nos diesen un parte metereológico convincente y de que la noche a esa hora pareciese totalmente apacible, la Junta de Gobierno decidiese la iniciación del Vía Crucis, poniendo en la puerta del convento la cruz de guía que abriría el cortejo.
Todo discurría con gran normalidad, con gran recogimiento y respeto por unas repletas calles de gentío que se apostaba para ver pasar la comitiva, cuando ésta llegaba a la altura de la calle Teodosio unas gotas amenazadoras comenzaron a caer y rápidamente se buscó refugio en una cochera cercana que se ofreció inmediatamente en la cercana calle Trajano, a cuya familia propietaria del inmueble agradecemos la acogida y la amabilidad prestada en todo momento. El Señor se cobijó en ese lugar durante algo más de tres cuartos de hora y en el mismo sitio se procedió a la lectura del resto de estaciones del Vía Crucis dejando la última para realizarla en el convento. En el momento que dejó de llover la comitiva se recompuso y a buen ritmo se bajó por las calles San José, Sana Ana, Rosario, Horno, Plaza Sacristan Guerrero para entrar en el convento minutos antes de la medianoche. Una vez dentro se finalizó la lectura del Via-Crucis y el párroco impartió las bendiciones a los presentes.
Es digno de mencionar el numerosísimo público congregado en el local donde el Señor encontró refugio, donde todo el mundo no cupo y muchos quedaron fuera a la interperie soportando el frío y la lluvia y no dejando nunca de acompañar a Nuestro Padre Jesús Nazareno, a todos nuestra mayor consideración y nuestro agradecimiento más sincero.
Hay que decir que el Señor no aparentaba ningún desperfecto, ni señal alguna de daño por la poca cantidad de agua que afortunadamente le cayó, gracias a la rápida búsqueda de refugio, algo que se había preveído con antelación.
Sentimos especialmente que los vecinos de la Calle Cruz se quedaran sin la presencia de la Sagrada Imagen del Señor de El Viso, ya que el recorrido de vuelta se realizó por el más corto posible. Especialmente bella fue la bajada por la calle Horno que estaba repleta de gente.
Agradecer las muestras de cariño y afecto y de todas aquellas puertas que se nos abrieron al paso del Señor por si fuese necesario su cobijo.
No obstante y a pesar de las vicisitudes padecidas nos llenó de satisfacción que el ejercicio penitencial se llevase a cabo y que se recorriese en su mayor parte el itinerario escogido por la Junta de Gobierno.
Por otra parte esperamos la llegada de multitud de fotografías y vídeos que sin duda se realizaron, con la esperanza de poder colgar alguna en esta web cuyo autor no pudo realizar ninguna, debido obviamente a la participación del mismo en el ejercicio piadoso. Para ello ruego nos las hagan llegar al email nazarenoviso@gmail.com.
Quedamos citados todos, en principio y siempre que no haya una nueva incorporación de sagradas imágenes, para la víspera de la cuaresma del año 2016 en la que si Dios quiere Nuestro Padre Jesús Nazareno presidirá un nuevo Vía-Crucis.
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